Explora las Cuevas Resplandecientes de Bellamar

Nuestro viaje comienza con un descenso a la cueva, donde una escalera con barandilla de más de cien escalones te llevará a esta maravilla geológica. A partir de aquí, comenzarás a observar la impresionante caverna principal, donde su famosa estalactita es llamada "El Manto de Colón" - conocida por su belleza natural. Esta formación comenzó alrededor del 1,200 a.C. y se ha convertido en la más grande de la isla, con una longitud de 12 metros en forma de cascada.

Si has optado por contratar el servicio de un guía experimentado, has hecho bien, ya que describirán las excentricidades de cada caverna, junto con los interesantes nombres dados por los lugareños. Algunos títulos incluyen "Si me tocas, no me olvidarás", "La lluvia pasajera" y "El salón de la nieve".

Las Cuevas de Bellamar son sinónimas de varias leyendas que supuestamente han tenido lugar en sus espacios. Entre los relatos está el de un duende o goblin llamado "Güije" - una criatura mitológica cubana que dedica su tiempo a causar problemas.

También está la historia de La Fuente Misteriosa, donde una mujer norteamericana había ido a nadar y nunca más se la encontró. La leyenda dice que su alma acecha a los niños pequeños que entran a nadar.

Ten en cuenta que estas son solo leyendas, y hasta el día de hoy ningún hombre, mujer, niño u otro ha desaparecido en la fuente - aunque este lugar se llama en realidad "El Baño de la Americana". Espeluznante.

Una de las características más distintivas dentro del sistema cavernoso es la aparentemente luminosa capa exterior de cristal de las formaciones de estalagmitas, que provoca una sensación de misticismo y asombro. El resplandor casi sobrenatural que emana de las superficies de cristal se convierte en un espectáculo por sí solo para cualquier visitante, que podría esperar una experiencia más oscura y sombría, pero queda asombrado por las vivas estructuras que acentúan las paredes y columnas de la cueva.

Otro lugar impresionante para los exploradores es el arroyo subterráneo de color azul profundo y turquesa que recorre las Cuevas de Bellamar, donde puedes detenerte y sumergirte en las refrescantes aguas de un canal antiguo.

Parte de la aventura es hacer una parada para disfrutar de una merecida comida en el Restaurante Cuevas de Bellamar - un establecimiento cubano tradicional con diseño de rancho campestre - donde el delicioso cerdo asado acompañado de Moros y Cristianos (arroz con frijoles) es el plato preferido del día. Y no olvidemos la cerveza nacional cubana bien fría.

Escrito por Gabriela Rey.

Publicado en Noviembre 2022.