Sigue los pasos de Hemingway por La Habana

El Floridita está ubicado en la esquina de las calles Bélgica y Obispo, y sigue siendo uno de los bares más concurridos de la Habana Vieja.

Este icónico lugar ha atraído a los intelectuales de La Habana durante más de 100 años y, naturalmente, Ernest Hemingway hacía apariciones diarias. ¿Su bebida preferida? Un daiquiri modificado, que sustituye el anillo de azúcar por jugo de toronja rosada y añade un segundo chupito de licor, ya que el escritor era diabético.

El interior está decorado con un estilo íntimo y modesto. Su atmósfera sombría contrasta fuertemente con el ruido exterior, creando el rincón perfecto de una calle habanera para disfrutar de una buena bebida en compañía de nuevos amigos, o discutir los lazos restantes entre las culturas cubana y estadounidense.

Después de tus bebidas post-almuerzo en el Floridita, sigue la calle Obispo durante un par de cuadras hasta llegar a nuestra última parada: el hotel Ambos Mundos.

Ahora es el momento de adentrarse en el proceso creativo de Hemingway – o al menos, en la habitación que utilizaba cuando sentía que estaba listo para aumentar su productividad: la habitación 511 del hotel Ambos Mundos.

La habitación ha sido conservada en gran medida tal y como estaba cuando Hemingway se encerraba en ella, trabajando hasta altas horas de la noche en "Verdes colinas de Africa" o "Tener y no tener". Puedes visitar la habitación, que ahora funciona como un pequeño museo donde puedes sumergirte aún más en la psique del autor. Acércate a su antigua máquina de escribir y toma una foto junto a su premio Pulitzer enmarcado.

Al salir, termina el recorrido en el restaurante del hotel, la Plaza de Armas. No es solo uno de los mejores de la ciudad, sino que también sirve algunos de los platos favoritos del escritor. Además, su terraza ofrece una vista magnífica de La Habana. Desde aquí, podrás ver todo el centro histórico de la ciudad. Puedes pedir un café o su especial de barbacoa jugosa, y observar a los cubanos mientras caminan hacia su próxima cita y comparten las últimas noticias de la ciudad.

Hemingway vivió, lloró y creó obras maestras literarias en las calles de La Habana. A pesar de las décadas transcurridas, todavía se pueden encontrar rastros del alma del autor dispersos a nuestro alrededor.

El recorrido dura aproximadamente 3 horas, si te detienes en el camino para almorzar y degustar los sabores de los cócteles favoritos de Hemingway como "Muerte en la Tarde" (o papa doble) y, por supuesto, su característico "Daiquiri Hemingway".

Fiel al espíritu del escritor, todos los lugares mencionados aquí tienen un ambiente informal y bohemio. Solo necesitarás unos zapatos cómodos, ropa fresca y tu mejor 'Sombrero' cubano para comenzar.

Escrito por Gabriela Rey.

Publicado en Diciembre 2022.