Contempla la naturaleza cubana de cerca en la Sierra del Rosario

Dos características hacen que la Sierra del Rosario se distinga de todas las demás reservas selváticas. Primero, las colinas y el lago cercano proporcionan una serie de microclimas únicos, que ofrecen diversas condiciones de humedad y temperatura – ¡así que estarás experimentando cuatro regiones diferentes por el precio de una! Segundo, el área es el último hogar de muchas aves y plantas endémicas, que no encontrarás en ninguna otra isla de las Antillas.

Comunidad Las Terrazas

Comenzaremos nuestro recorrido desde la parte inferior de la Reserva, justo al lado del lago San Juan. Las Terrazas es una comunidad dedicada al turismo sostenible y a la agricultura de bajo impacto. Recibió su nombre debido a las pequeñas terrazas artificiales que dan directamente al lago.

 

En estas terrazas, cada cabaña y edificio puede mantener su impacto contenido. Todos los edificios están hechos de madera local y diseñados para fusionarse con el paisaje. Porches sombreados por árboles reemplazan las entradas para coches, y pasarelas en la copa de los árboles conectan los techos para aquellos que quieran tentar a su Tarzán interior.

 

Dado que está cerca del agua, el área alrededor de Las Terrazas disfruta de las temperaturas más frescas de la Reserva. Al amanecer, el vapor del lago y el aroma de las plantas cercanas te transportarán a una época y estilo de vida donde el cemento y los combustibles fósiles no nos dominaban y donde el único indicio de la mañana que se aproxima es el cambio en el ritmo de los sonidos del bosque.

 

El mejor lugar para alojarse en Las Terrazas es el Hotel Moka, construido alrededor de los árboles antiguos del área pero con una arquitectura tradicional de "finca de café". Este hotel de cuatro estrellas es una excelente base de operaciones para la región: desde aquí, estarás a menos de una hora de la mayoría de las caminatas en el área, y puedes reservar tours a caballo o visitas guiadas.

 

Playas del Río San Juan

Las aguas tranquilas del lago San Juan pueden ofrecer paz, pero si estás dispuesto a ir río arriba, encontrarás una ruta más animada y refrescante alrededor de la Reserva. Las playas del río San Juan ofrecen una combinación de corrientes rápidas, intercaladas con piscinas naturales más tranquilas talladas en las rocas cercanas, aguas cristalinas y la ocasional cascada.

 

Las orillas del río te guiarán a través de cada microclima, siendo el hito más destacado de la Sierra. Cuanto más avances, verás que la vegetación se vuelve más corta y densa – y el sol comenzará a brillar más brillante y caliente. Si hace demasiado calor, detente en la piscina más cercana y date un chapuzón rápido.

 

Después de nadar, puedes recargar energías en cualquier puesto de comida cercano. Todas las piscinas más bonitas tienen pequeñas chozas de paja, donde puedes comprar un humeante bol de arroz congrí (arroz con frijoles negros y especias) con algunos trozos de cerdo asado crujiente o un pan con lechón (sandwich de jamón picante) y cervezas locales ligeras como Cristal o Bucanero.

Jardín Botánico Orquideario de Soroa

El orquideario más grande de la isla está semioculto entre dos colinas más altas, un poco más alejado del río. Esta quebrada ofrece una burbuja "caliente" muy estable que ahora alberga más de 700 variedades de orquídeas (100 de ellas endémicas de Cuba).

 

El Jardín Botánico Orquideario de Soroa tiene su propio museo adyacente, donde puedes encontrar más información sobre las especies y el potencial de muchas de las orquídeas encontradas aquí. El verdadero regalo te espera después de aprender toda la teoría: distribuido entre senderos empedrados, puentes colgantes y fuentes, Soroa infunde a sus jardines cuidados un carácter exuberante. Esto no es Versalles, pero tampoco es una jungla cruda.

 

Al salir de los jardines, haz un rápido desvío a la cascada Salto de Soroa. Aquí, la naturaleza pura toma el control nuevamente: lianas y mariposas enmarcan una cortina de agua de 22 metros de altura, que salpica con toda su fuerza sobre las rocas cercanas.

 

La pared rocosa es demasiado empinada y resbaladiza para ser escalada directamente, pero puedes rodearla para encontrar el Castillo de las Nubes. Este edificio miniatura, de estilo falso medieval, funciona como un mirador y un rústico albergue para mochileros.

 

Fincas de Café del Siglo XVIII

Cerca de la cima de las montañas cercanas, finalmente puedes escapar de la humedad del río cercano. Sin embargo, la jungla continúa imparable, con árboles altos protegiendo arbustos y personas del sol. Estás parado en uno de los mejores microclimas del mundo para cultivar café, y entre los siglos XVIII y XIX, este cultivo fue el motor económico de la isla.

 

Ahora, la Sierra del Rosario alberga negocios más sostenibles y menos intensivos en agua, pero aún puedes visitar los antiguos edificios que quedan.

 

Uno de los más conocidos es la finca Angerona, declarada monumento nacional. Muchos de sus antiguos edificios aún están en pie y son lo suficientemente sólidos para que entres y hagas un recorrido por el pasado mientras juegas con antiguos tostadores y molinillos.

 

Otras cabañas más pequeñas ahora están rodeadas por el bosque, con sus paredes invadidas por lianas y pequeños animales. Aquí, la naturaleza quiere recuperar la tierra para sí misma, pero no puede evitar retorcerse alrededor de formas artificiales.

Si eres un aficionado a la observación de aves, es probable que la Sierra del Rosario sea la región de Cuba que no querrás perderte. La Reserva es un excelente lugar para avistar muchas especies de aves locales, tales como:

 

• - El cartacuba o tody cubano, un pequeño pájaro de brillante color verde con suaves toques de plumas azules, rosas y blancas.

 

• - El carpintero verde, que se puede reconocer fácilmente por la brillante corona roja en su cabeza.

 

• - El tocororo o trogón cubano. Esta ave no solo es única de Cuba, sino que también encarna su bandera (cuerpo azul marino profundo con detalles blancos y rojos) y una canción fácilmente reconocible. 

 

Si tienes suerte, puedes encontrarte con cualquier especie mientras visitas el lago o caminas hacia una cascada. Sin embargo, tus posibilidades de éxito serán radicalmente mejores si te armas con binoculares y te aventuras a un punto de observación antes de las 6 AM. También puedes observar las muchas ranas coloridas, lagartijas y jutías que viven en el área. ¡Solo recuerda que se mueven rápido!

En gran medida intacta, la Sierra del Rosario mantiene sus caminatas delimitadas a algunas carreteras. Si quieres moverte por el área, necesitarás algún tipo de vehículo. Si tienes poca experiencia en caminatas tropicales o sientes que tus rodillas no disfrutarán de colinas y lodo pegajoso, te recomendamos alquilar uno con motor. Esto te ayudará a recorrer rápidamente las distancias entre cada sendero y lugar de interés.

 

Si prefieres sumergirte en el espíritu ecológico de la región, también puedes alquilar una bicicleta en cualquier hotel local. Esto también te permitirá explorar los senderos de montaña en el área, que cruzan la Reserva y la conectan con ríos cercanos.

 

Reconectarse con la naturaleza significa enfrentarse cara a cara con sus pequeñas criaturas. El repelente de mosquitos no es opcional, especialmente durante la tarde o después de una llovizna. Si eres aficionado a los perfumes o desodorantes con aroma dulce, es mejor cambiarlos por una alternativa neutra (piensa en aromas como "talco para bebés" o "limpio") durante tu visita.

 

Finalmente, si sabes que eres alérgico a las picaduras de insectos, ¡lleva tus propias pastillas para alergias!

¿Deberían ser enemigos el turismo y la conservación de la vida silvestre? ¡La Sierra del Rosario busca demostrar lo contrario! Mientras te sumerges en sus aguas prístinas o te detienes a escuchar el canto de sus aves, sin duda te sentirás tentado a creer que el turismo sostenible es posible e incluso lucharás por él una vez que regreses a casa.

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Escrito por Javier Montenegro.

 

Publicado en Octubre 2022.