La Casa del Ché Guevara

No lo adivinarías por su personalidad estoica e ideología social, pero El Ché Guevara nació en una familia aristocrática de clase alta en la ciudad de Rosario, Santa Fe, Argentina. Estudió medicina en Buenos Aires y emplearía sus conocimientos médicos en toda América del Sur. Fue durante estos viajes, documentados notablemente en sus famosos Diarios de motocicleta, donde desarrollaría y consolidaría sus ideas y filosofías.

Al huir a México debido a la persecución en 1954, Ché Guevara se encontró con Fidel Castro y finalmente se unió a su ejército rebelde como médico a bordo del icónico barco Granma utilizado en el asalto en Los Cayuelos, Cuba. Inmediatamente después, Fidel, Ché y las fuerzas rebeldes establecieron un campamento en las montañas de Sierra Maestra, donde Guevara ascendería rápidamente en la jerarquía debido a su destreza táctica y bravura natural. Como comandante, Ernesto Guevara lideró las fuerzas guerrilleras para tomar La Habana en 1959.

La Casa del Ché fue inicialmente construida durante la década de 1940 como la oficina oficial y residencia del Jefe militar de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña. El 3 de enero de 1959, fue reemplazado por Ernesto Guevara como Comandante del Departamento Militar en La Cabaña.

Tras su muerte, la casa fue declarada museo honorario para el luchador por la libertad argentino en 1970 y se integró con el Parque Histórico Morro Cabaña en 1989. Finalmente, en octubre de 2007, la residencia fue inaugurada como el Centro Cultural Casa del Ché.

Al entrar en el museo, girando a tu izquierda, encuentras la oficina de Ché Guevara, donde el audaz guerrillero planificaba y comandaba ataques en la lucha por la independencia de Cuba. Aquí verás su escritorio, teléfono y otros objetos utilizados durante reuniones con sus asociados de alto perfil: Fidel Castro, Alberto Castellanos, Olo Pantoja y Ramiro Valdez.

Un poco más adelante se encuentra la sala de exposiciones donde se exhiben algunos de los artefactos del líder, como sus botas, maletín, funda para cuchillo y cámara, todos los cuales son de su tiempo en Sierra Maestra, Cuba y Bolivia. Los aspectos rústicos de sus objetos personales resaltan la dura vida de un verdadero guerrillero, dejando poco espacio para el romanticismo legendario.

Continuando con el recorrido, el museo tiene una disposición cronológica de la vida y época de El Ché en la casa; fotos enmarcadas de visitantes pasados y eventos históricos adornan las paredes para ofrecer una mirada profunda al hombre detrás de la leyenda. Algunas habitaciones estaban específicamente destinadas para la lectura y jugar al ajedrez (una pasión de El Ché), para comer y para el ocio. Hoy en día, el museo cuenta con una tienda de souvenirs y una terraza que ofrece vistas a la impresionante bahía de La Habana.

La entrada al Museo cuesta 200 Pesos Cubanos y está ubicada justo frente a la estatua del Cristo de la Habana. Puedes llegar allí cruzando la Bahía de La Habana tomando el ferry de Casablanca, y una vez al otro lado, será solo una corta caminata cuesta arriba hasta el museo.

Otra forma práctica de llegar es en coche de alquiler o taxi, pero si quieres una experiencia completa de la ciudad, toma el transporte público a través del Túnel de La Habana. Al salir del túnel, estarás a solo unos cientos de metros del museo. La Casa del Ché está abierta todos los días de 10 a.m. a 7 p.m.

Una nota importante que debes tener en cuenta es no confundir la Casa del Ché con el Museo Comandancia del Ché dentro de la Fortaleza San Carlos de la Cabaña, aunque ambos forman parte del Parque Histórico Militar Morro-Cabaña.

Escrito por Javier Montenegro.

Publicado en Enero 2022.